El exintendente de Paraná, Adán Bahl, ha confirmado su precandidatura legislativa dentro del Partido Justicialista (PJ) de Entre Ríos, aunque aún no se ha definido el cargo específico al que aspirará. Esta decisión se enmarca en una estrategia electoral liderada por Guillermo Michel, nuevo armador del oficialismo peronista, y ha generado diversas especulaciones sobre los respaldos políticos que sostienen su postulación.
Bahl ha sido mencionado en el contexto de la causa de los contratos truchos en la Legislatura entrerriana, por lo que la precandidatura de Bahl ha sido interpretada por algunos sectores como un intento de reciclar políticamente a figuras del peronismo entrerriano que han estado vinculadas a gestiones anteriores y a prácticas cuestionadas. La situación plantea interrogantes sobre la renovación y la transparencia dentro del PJ de Entre Ríos de cara a las próximas elecciones.
En este contexto político entrerriano, resurge el debate sobre la relación entre el exintendente de Paraná, Adán Bahl, y el procurador general de la provincia, Jorge Amílcar García, luego de que Bahl quedara desligado —al menos en la primera etapa— de la causa de los contratos truchos en la Legislatura.
Si bien el escándalo involucró a múltiples dirigentes y figuras de la política provincial, llama la atención que Bahl no haya sido alcanzado por las imputaciones. Entre los rumores políticos, circula la versión de que el procurador García, habría operado para dejarlo fuera de la causa como un favor o pacto político.
En definitiva, la precandidatura legislativa de Bahl, anunciada recientemente, no solo vuelve a poner su nombre en el centro de la escena, sino que también reactiva las preguntas sobre la transparencia, los pactos detrás de escena y los acuerdos de poder que atraviesan a la política entrerriana.